¿Quién te dijo alguna vez que había que dejar de soñar y de hacer castillos en el aire?
Si te lo han dicho alguna vez o si todavía con el paso de los años sigues escuchando esas mismas palabras te invito a que no les hagas caso y sigas soñando.
Esta claro que todos soñamos durante nuestro periodo de descanso nocturno o en una siesta a media tarde donde el cerebro ordena y almacena todas las experiencias vividas. Pero son muy pocos los que sueñan despiertos. Porque soñar despiertos es tener ilusiones, soñar despiertos es creer que se pueden cambiar las cosas, soñar despiertos es tener metas para mejorar y aprender y porque soñar despiertos es la única forma de conseguir los objetivos empresariales y personales que cada uno se proponga.
Hace tiempo escuche que «si no tienes sueños es que ya estás muerto» y aunque parezca una exageración en parte hay algo de razón. Deberíamos acostarnos cada noche con un sueño, llámalo propósito, idea, ilusión, etc que eso será lo que cada mañana alimente nuestras energías para conseguir nuestros objetivos y metas en el trabajo y en la vida.
Ponte ademas metas grandes, sobre todo porque nos han enseñado normalmente a pensar en pequeño. Si piensas en pequeño conseguirás cosas pequeñas, si piensas a lo grande conseguirás cosas grandes. Esto sirve tanto para el ámbito profesional como personal. Si trabajas en una empresa de tamaño pequeño pregúntate como son tus clientes, proveedores, etc, y verás que salvo alguna excepción son también pequeños como tú. No te has parado a veces a reflexionar que por ejemplo en un proceso de venta sin meditarlo haces propuestas para captar cliente pequeños como tu empresa. No te te has parado a pensar que te llevaría prácticamente el mismo tiempo (con sus diferencias particulares de cada caso) realizar una propuesta a una gran empresa que a una pequeña. No lo haces porque piensas en pequeño.
En el ámbito personal ocurre lo mismo. Cuantos amigos, familiares y conocidos tenéis que no acaban de mejorar en el trabajo, de cambiar de casa, de hacer sus hobbies favoritos o de viajar. Eso no es porque no puedan sino porque ven muy lejos esos grandes cambios y se limitan a pensar en pequeño y a no soñar con cosas grandes y que a día de hoy parecen inalcanzables.
Yo también pienso a veces en pequeño y que me gustan las cosas pequeñas: un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna, etc. Bromas aparte, esta sería la única forma de pensar en pequeño que nos debería de quedar después de trabajar cada día un poco nuestros sueños, es decir aún pensando en pequeño estamos pensando a lo grande.
Una ayuda te voy a dar, si tienes niños, si trabajas con ellos, o si tienes la oportunidad de compartir momentos con ellos observa como los niños siguen soñando despiertos y como creen que todo lo pueden hacer y que lo pueden llevar a cabo. Esa capacidad con la que todos nacemos es la que tienes que trabajar e intentar recuperar.
Un secreto te he de contar, si ya no es tarea fácil el recuperar la capacidad de soñar a lo grande y de tener y generarnos ilusiones comprobarás que mucho más difícil es aún hacerlo en el entorno de nuestra empresa y de nuestra vida personal. Y ¿por que? te preguntarás. Pues porque como la mayoría de las personas ya han perdido esta capacidad o la han dejado prácticamente olvidada te dirán que no vas a poder conseguirlo, que no lo intentes o que eres un iluso motivado. Pero aquí es donde está el trabajo de verdad, no tienes que escuchar a los demás y sólo tienes que escucharte a ti mismo. Los demás te dirán que no puedes conseguir algo porque ellos son incapaces de conseguirlo, ni siquiera de soñarlo como tú. Es más cómodo, más fácil y de menos problemas el no soñar y el no perseguir tus sueños.
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